La brujería y los ataques psíquicos
Los ataques psíquicos constituyen una manipulación de energías y fuerzas sobrenaturales. Siendo más precisos, un ataque psíquico es el empleo de una o más facultades extrasensoriales de la mente con el fin de causar daño en otro ser (por lo general otro humano), contaminar las vibraciones energéticas de un lugar o de un objeto.
Es clave tener en cuenta que, desde un punto de vista parapsicológico, brujería y ataque psíquico son dos cosas que van de la mano.
No todo ataque psíquico implica brujería, pero la mayoría de brujerías implican ataques psíquicos, en el sentido de que suelen, en el proceso ritual, verse implicados uno o más agentes que emiten energías negativas con la mediación de sus mentes.
Muchas veces hay un solo agente, que es el mago negro o la bruja, enviando energías negativas con la participación del odio, la ira u otros sentimientos o emociones negativas que potencian sus facultades psíquicas orientadas hacia la destrucción; aunque, en una gran cantidad de casos, participan otros agentes como espíritus o demonios invocados.
En todo ataque psíquico participan vibraciones energéticas de carácter “oscuro” y “negativo”, que ocasionan disturbios en los cuerpos energéticos y físicos de la persona que es blanco del ataque. Como bien se sabe, los ataques psíquicos pueden ocasionar “mala energía” en sus víctimas, haciendo que las cosas salgan peor de lo común.
Por otro lado, suele creerse que los ataques psíquicos tienen casi siempre a atacantes vivos como sus autores, cuando en realidad muchas veces los atacantes son entidades de los bajos planos astrales o incluso, en muy excepcionales casos, demonios. Aquí tu puedes preguntarte: ¿cómo puede realizar ataques psíquicos quien no tiene cerebro físico que posibilite una mente? La respuesta es que la mente, en el marco de creencias donde suele postularse la existencia de ataques psíquicos, es algo que trasciende al cerebro al punto de que puede subsistir tras su desaparición, cosa que estaría confirmada en las comunicaciones verbales emitidas por espíritus, suponiendo a éstas como reales.