Se lleva los sacramentales a una misa de sanación o de liberación, se hacen bendecir y ofrendar a Dios; para luego ser utilizados en el hogar y poderlos consumir por toda la familia
Han sido instituidos por la Iglesia para acercarnos a una relación más profunda con Cristo y están centrados en santificar todos los ámbitos de nuestras vidas.
Además de los sacramentos, los católicos tenemos a disposición los sacramentales. ¿Conoces la forma en que cada uno sirve para combatir al demonio? El poderoso efecto de la sal, el aceite y el agua bendita.
Un lugar donde los sacramentales son especialmente poderosos es el hogar. Si se usan con espíritu de fe, los sacramentales pueden protegernos del daño espiritual o inspirarnos para vivir una vida santa dedicada a Dios.
SAL BENDITA
Si es posible, también es bueno tener un pequeño recipiente de sal bendita en casa (en lo posible sal marina).
Sin embargo, es un arma poderosa contra el mal; como puede verse en el siguiente fragmento de una bendición dicha por un sacerdote en el Ritual Romano:
Te suplicamos, Dios todopoderoso, que bendigas (+) en tu bondad esta sal creada por ti. Tú mandaste al profeta Eliseo arrojarla en el agua estéril para hacerla fecunda. Concédenos, Señor, que al recibir la aspersión de esta agua mezclada con sal nos veamos libres de los ataques del enemigo; y la presencia del Espíritu Santo nos proteja siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
la propiedad específica de la sal, es la de proteger los lugares contra las influencias o las presencias maléficas. “En casos semejantes suelo aconsejar que pongan sal exorcizada en el umbral de la casa o en los cuatro rincones de la habitación o de las habitaciones que se consideran infestadas”
Exorcismo de la sal
S – Exorcízo te, creatúra salis, per Deum + vivum, per Deum + verum, per Deum + sanctum, per Deum, qui te per Eliséum prophétam in aquam mitti iussit, ut sanarétur sterílitas aquae: ut efficiáris sal exorcizátum in salútem credéntium: et sis ómnibus suméntibus te sánitas ánimae et córporis et effúgiat atque discédat a loco, in quo aspérsum fúeris, omnis phantásia et nequítia vel versútia diabólicae fraudis, omnísque spíritus immúndus adiurátur per eum qui ventúrus est iudicáre vivos et mórtuos, et saéculum per ignem.
M – Amen.
Oremus.
S – Imménsam cleméntiam tuam, omnípotens aetérne Deus, humíliter implorámus: ut hanc creatúram salis, quam in usum géneris humáni tribuísti, bene+dícere, et sancti+ficare tua pietáti dignéris: ut sit ómnibus suméntibus salus mentis et córporis: et quídquid ex eo tactum vel respérsum fúerit, cáreat omni immundítia, omníque impugnatióne spiritális nequítiae. Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti, Deus, per omnia saécula saeculórum.
M – Amen.
Consumirla en la preparación de los alimentos.
AGUA BENDITA
Significado: nos recuerda nuestro bautismo y también es un símbolo de purificación espiritual.
Se dice que el agua bendita tiene un gran poder contra el diablo, ya que el diablo no puede soportar esta agua “limpia” porque él es impuro para toda la eternidad.
Es un recordatorio del agua que manó del costado de Cristo, que es un símbolo del bautismo, y nos trae a la mente el día de la derrota del diablo (la crucifixión de Cristo).
Cuando el agua es bendecida, se pide al señor que su aspersión genere la defensa contra las insidias del maligno y el don de la protección divina.
Es una costumbre antigua tener ‘pilas’ o ‘fuentes’ de agua bendita en las paredes de una casa. Son cálices simples o elaborados que contienen agua bendita que puede usarse para bendecirse uno mismo durante el día.
Es especialmente útil disponerlas junto a las puertas para salir de la casa y en los dormitorios de los familiares. De esa manera, nos mantenemos siempre fijos en Cristo y nos recordamos que hemos de permanecer puros.
También nos facilita el tener el agua bendita a mano cuando es necesario repeler cualquier influencia del Maligno.
Para bendecir el agua hay una oración especial en latín. Sobre ella se echa sal bendita en el momento de la bendición del agua. El agua, bendecida de este modo, tiene poderes especiales en la lucha contra el demonio y las tentaciones. . El demonio le tiene más miedo al agua bendita que al crucifijo.
–La bendición del agua puede hacerse en la Misa, según indica el Bendicional (1224): «La bendición y la aspersión del agua se hace normalmente el domingo, según el rito descrito en el [actual] Misal Romano» (apéndice 1: Rito para la bendición del agua y aspersión con el agua bendita). Tras un breve saludo, una de las oraciones que el Misal ofrece, y que expresa los efectos propios del agua bendita, dice así:
Dios todopoderoso, fuente y origen de la vida del alma y del cuerpo, bendice + esta agua, que vamos a usar con fe para implorar el perdón de nuestros pecados y alcanzar la ayuda de tu gracia contra toda enfermedad y asechanza del enemigo. Concédenos, Señor, por tu misericordia, que las aguas vivas siempre broten salvadoras, para que podamos acercarnos a ti con el corazón limpio y evitemos todo peligro de alma y cuerpo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Lo aconseje, se conserve «el rito de mezclar sal en el agua bendita», bendiciendo previamente la sal.
Oración de bendición del agua
S – Adiutórum nostrum + in nómine Dómini.
M – Qui feci coélum et terram.
Si el agua es además exorcizada, es decir, se le aplica la plegaria de exorcismo, añade otros efectos como ahuyenta todos los poderes del demonio con objeto de extirparlo y expulsarlo. Además, aumenta la gracia divina, protege las casas y todos los lugares donde moran los fíeles contra toda influencia demoníaca.
(Exorcismo del agua)
S – Exorcízo te, creatúra aquae, in nómine Dei + Patris omnipoténtis, et in nómine Iesu + Christi Fílii eius Dómini nostri, et in virtúte Spíritus + Sancti: ut fias aqua exorcizáta ad effugándam omnem potestátem inimíci, et ipsum inimícum eradicáre, et explantéare váleas cum ángelis suis apostátitcis: per virtútem eiúsdem Dómini nostri Iesu Christi: qui ventúrus est iudicáre vivos et mórtuos, et saéculum per ignem.
M – Amen.
Oremus.
S – Deus, qui ad salútem humáni géneris, máxima quaéque sacraménta in aquárum substántia condidísti: adésto propítius invocatiónibus nostris, et eleménto huic multímodis purificatiónibus praeparáto, virtútem tuae bene+dictiónis infúnde: ut creatúra tua mystériis tuis sérviens, ad abigéndos dáemones, morbósque pelléndos, divínae grátiae sumat efféctum: ut quídquid in dómibus vel in locis fidélium haec unda respérserit, cáreat omni immundítia, liberétur a noxa: non illic resídeat spíritus péstilens, non áura corrúmpens: discéndat omnes insídiae laténtis inimíci: et si quid est, quod aut incolumitáti habitántium ínvidet, aut quiéti, aspersióne huius aquae effúgiat atque discédat: ut salúbritas per invocatiónem sancti tui nóminis expetíta, ab ómnibus sit impugnatiónibus defénsa. Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti, Deus, per omnia saécula saeculórum.
M – Amen.
(Se mezcla la sal en el agua poniendola tres veces en forma de cruz)
S – Commíxtio salis et aquae párite fiat, in nómine Pa+tris, et Fí+lii, et Spíritus + Sancti.
M – Amen.
S – Dóminus vobíscum
M – Et cum spíritu tuo.
Oremus.
S – Deus invíctae virtútis áuctor, et insuperábilis impérii Rex, ac semper magníficus triunphátor: qui advérsae dominatiónis vires réprimis: qui inimíci rugiéntis saevítiam súperas: qui hostíles nequítias poténter expúgnas: te, Dómine, treméntes et súpplices deprecámur ac pétimus ut hanc creatúram salis et aquae dignánter aspícias, benígnus illústres, pietátis tuae rore sanctífices: ut ubicúmque fúerit aspérsa, per invocatiónem sancti nómnis tui, omnis infestátio immúndi spíritus abigátur: terrórque venenósi serpéntis procul pellátur: et praeséntia sancti Spíritus nobis misericórdiam tuam poscéntibus, ubíque adésse dignétur. Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum, qui tecum vivit et regnat in unitáte eiúsdem Spíritus Sancti, Deus, per omnia saécula saeculórum.
M – Amen.
Consumirla en los alimentos diariamente.
ACEITE EXORCIZADO
“Es bueno para la salud del alma y del cuerpo; recordamos aquí el antiguo uso de ungir con aceite las heridas y la facultad dada por Jesús a los apóstoles de curar a los enfermos con la imposición de las manos y ungiéndolos con aceite”; en lo posible aceite de oliva.
Agrega que El aceite exorcizado posee, además, una propiedad que es específica: separar del cuerpo las adversidades. ¿Qué significa esto? Que, en sus palabra, cuando una persona ha sido sufrido algún toma maligna, ingiriendo algo, el aceite exorcizado ayuda mucho a desprender y liberar el cuerpo de estas impurezas.
INCIENSO BENDITO
El incienso, que sirve para alejar a lo demoníaco porque es un elemento de alabanza y adoración a la divinidad.
CRUCIFIJO
Otro sacramental muy poderoso es el que más comúnmente encontramos en los hogares: el crucifijo.
El crucifijo no solo nos recuerda el gran amor de Dios hacia nosotros, sino que también tiene un poderoso efecto disuasorio contra los enemigos espirituales. El crucifijo es el flagelo de la existencia de Satán y es el signo de todo lo que desprecia.
Es beneficioso tener un crucifijo en cada habitación de la casa (o apartamento), de modo que puedas meditar frecuentemente sobre el gran sacrificio de amor de Jesús; además de tener una imagen que te recuerde mantener el centro durante los momentos de tentación.
Aquí hay dos oraciones de bendición de un crucifijo en el Ritual romano que resumen todas las razones por las que necesitamos los crucifijos en nuestros hogares:
Oh Dios Santo, Padre todopoderoso, Dios eterno, bendice esta cruz para que pueda ser de ayuda para salvar a la humanidad. Permítele ser de apoyo para la fe, un estímulo para las buenas obras, redención de las almas, consuelo, protección y escudo de los crueles dardos del enemigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Señor Jesucristo, bendice esta cruz por la cual arrebataste al mundo de las garras del enemigo y por la cual venciste mediante tu sufrimiento al pecado, quien se regocijó en la caída del primer hombre al comer el fruto del árbol prohibido. [El sacerdote rocía agua bendiga sobre la cruz]. Santifica esta cruz en el nombre del Padre, (+) del Hijo (+) y del Espíritu (+) Santo y que todos se arrodillen y oren ante ella en honor al Señor para tener salud de cuerpo y alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Recordemos que los sacramentales se diferencian claramente de los sacramentos
- Los sacramentos producen efecto por su propia virtud (ex opere operato)… los sacramentales, sólo por la devoción del que los recibe (ex opere operantis).
- Los sacramentos contienen y confieren la gracia habitual o santificante… los sacramentales nos alcanzan tan sólo gracias actuales.
- Sólo Cristo puede instituir e instituyó de hecho los sacramentos… los sacramentales, en cambio, han sido instituidos por la Iglesia.
- Los sacramentos son necesarios para la salvación… los sacramentales, no.
- Los sacramentos son siete y nada más que siete, como definió el Concilio de Trento: bautismo, confirmación, penitencia, eucaristía, unción de enfermos, orden sacerdotal y matrimonio.
- Los sacramentales son muchísimos. Ejemplo: letanías, aspersión con agua bendita, limosnas, bendiciones, pan bendito, bendiciones de casas, campos, coches, exorcismos…
En general los sacramentales dignamente recibidos producen los siguientes efectos
- Obtienen las gracias actuales con especial eficacia por la intervención de la Iglesia (ex opere operantis Ecclesiae).
- Perdonan los pecados veniales por vía de impetración (ex opere operantis), en cuanto que por las buenas obras que hacen practicar y por la virtud de las oraciones de la Iglesia excitan en el sujeto sentimientos de contrición y actos de caridad.
- A veces perdonan toda o parte de la pena temporal debida por los pecados pasados, en virtud de las indulgencias que suelen acompañar al uso de los sacramentales (v.gr., del agua bendita).
- Nos obtienen gracias temporales si son convenientes para nuestra salvación (v.gr., la salud corporal, defensa contra las tempestades, etc.).