La Coraza de San Patricio para alejar todo tipo de mal, maldad, maldición, brujería y situaciones de peligro
Pese haber nacido en Escocia, fue un ciudadano romano en Gran Bretaña, identificado como Patricius. Según el catolicismo, a la edad de 16 años fue capturado por unos piratas que lo vendieron como esclavo en Irlanda.
Al recuperar su libertad, decidió seguir el camino del sacerdocio. Tiempo después, llegó a ser Obispo en Irlanda, permaneció una temporada en Ulster, donde fundó el monasterio de Saúl y llegó a predicar en muchas regiones de aquel lugar.
Para explicar la santísima trinidad, utilizó como metáfora el trébol de tres hojas. Dado esto y en conmemoración a su legado, el famoso día de San Patricio se celebra el 17 de marzo, teniendo como símbolo el trébol, también denominado como shamrock.
Celebración día de San Patricio
Conmemoran su legado todos los 17 de marzo con el símbolo del trébol de 3 hojas
Para muchos, San Patricio es recordado siempre al momento de rezar ‘La oración contra el mal’, también conocida como ‘La coraza de San Patricio’. El rezo fue nombrado así porque constituye lo que en los años 400, aproximadamente, componían las armaduras colocadas sobre el pecho de los guerreros que aspiraban a los combates.
Según la tradición de la Iglesia católica, la oración fue compuesta por el misionero cuando, junto a sus obispos, eran perseguidos por los druidas, quienes lo querían poner en cautiverio. Cuando el San Patrón de Irlanda y sus discípulos rezaron la oración, se convirtieron en animales conocidos como ciervos, por lo que sus perseguidores no pudieron encontrarlos.
En ese sentido, ‘La Coraza de San Patricio’ es un rezo y plegaria que se pide con fe y esperanza para obtener la protección de Dios ante cualquier deseo del mal como brujerías, maldiciones y estar en situación de peligro.
Resumen
Cada verso de la oración empieza con la frase "Atomruig indiu", que podría traducise como "Me levanto hoy", "Ato a mi hoy" o "Enlazo a mi", y que se repite al principio de la mayoría de los versos. Seguida por una lista de fuentes de fuerza que la oración invoca como apoyo.
La oración incluye algunas referencias bíblicas como la Epístola a los Efesios 6:10–17 (Ef. 6:11: "Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio").
- El primer verso invoca la doctrina católica de la Trinidad.
- El segundo verso invoca el bautismo de Cristo, su muerte, su resurrección, su ascensión y su regreso futuro en el último día.
- El tercer verso invoca los ángeles, patriarcas, santos y mártires.
- El cuarto verso invoca al mundo natural: el sol, luna, el fuego, el relámpago, etcétera.
- El quinto verso invoca varios aspectos de Dios: su sabiduría, su ojo, su oreja, su mano.
- El sexto verso lista las cosas contra las que se solicita protección: contra trampas de diablos, contra tentaciones de la naturaleza, respecto de aquellos que desean algún mal.
- El siguiente verso continua con la lista de las cosas contra las que se pide protección: falsos profetas, paganos, herejes, mujeres (brujas), druidas (druad), herreros (gobann).
- El siguiente verso inovoca a Cristo para estar presente en todas las cosas: Cristo en mí, alrededor de mi, en el ojo, oreja y boca de las personas conocidas.
- Finalmente, el último verso regresa al tema de la Trinidad.
Amén
ORACIÓN COMPLETA
Me levanto hoy por medio de la poderosa fuerza, la invocación de la Santísima Trinidad, por medio de la Fe en sus Tres Personas, por medio de la confesión de la Unidad del Creador del universo.
Me levanto hoy, por medio de la fuerza del nacimiento de Cristo y su bautismo, por medio de la fuerza de su crucifixión y de su sepulcro, por medio de la fuerza de su resurrección y su Ascensión, por medio de la fuerza de su descenso para juzgar el mal.
Me levanto hoy por medio de la fuerza del amor de Querubines, en obediencia de los Ángeles, en servicio de Arcángeles, en la esperanza que la resurrección encuentra recompensa, en las oraciones de los Patriarcas, en las palabras de los Profetas, en las prédicas de los Apóstoles, en la inocencia de las Santas Vírgenes, en las obras de todos los hombres de bien.
Me levanto hoy por medio del poder del cielo: Luz del sol, Esplendor del fuego, Rapidez del rayo, Ligereza del viento, Profundidad de los mares, Estabilidad de la tierra, Firmeza de la roca.
Me levanto hoy por medio de la fuerza de Dios que me conduce: Poder de Dios que me sostiene, Sabiduría de Dios que me guía, Mirada de Dios que me vigila, Oído de Dios que me escucha, Palabra de Dios que habla por mí, Mano de Dios que me guarda, Sendero de Dios tendido frente a mí, Escudo de Dios que me protege, Legiones de Dios para salvarme de trampas del demonio, de tentaciones de vicios, de cualquiera que me desee mal, lejanos y cercanos, solos o en multitud.
Yo invoco este día todos estos poderes entre mí y el maligno, contra despiadados poderes que se opongan a mi cuerpo y alma, contra conjuros de falsos profetas, contra las leyes negras de los paganos, contra las falsas leyes de los herejes, contra las obras y astucia de la idolatría, contra los encantamientos de brujas, forjas y hechiceros, contra cualquier conocimiento corruptor del cuerpo y del alma.
Cristo, sé mi escudo hoy, contra venenos, contra quemaduras, contra sofocación, contra heridas, de tal forma que pueda yo recibir recompensa en abundancia.
Cristo conmigo. Cristo delante mío. Cristo detrás de mí. Cristo dentro de mí. Cristo bajo mí. Cristo sobre mí. Cristo a mi derecha. Cristo a mi izquierda. Cristo cuando me acuesto. Cristo cuando me siento. Cristo cuando me levanto. Cristo en la anchura. Cristo en la longitud. Cristo en la altura. Cristo está en el corazón de toda persona que piensa en mí. Cristo en la boca de toda persona que hable de mí. Cristo en los ojos de todos los que me ven. Cristo en los oídos de todos los que me escuchan.
Me levanto hoy por medio de la poderosa fuerza, la invocación de la Santísima Trinidad, por medio de la Fe en sus Tres Personas, por medio de la confesión de la Unidad del Creador del universo.
Versión corta - Oración contra el mal
Cristo conmigo.
Cristo delante mí.
Cristo detrás de mí.
Cristo dentro de mí.
Cristo debajo mí.
Cristo sobre mí.
Cristo a mi derecha.
Cristo a mi izquierda.
Cristo cuando me acuesto.
Cristo cuando me siento.
Cristo cuando me levanto.
Cristo en la anchura.
Cristo en la longitud.
Cristo en la altura.
Cristo en el corazón de toda persona que piensa en mí.
Cristo en la boca de toda persona que hable de mí.
Cristo en los ojos de todos los que me ven.
Cristo en los oídos de todos los que me escuchan.
Amén