“Durante mil años divinos mantuve los ojos cerrados hasta que de ellos cayeron lágrimas. Por orden mía, de esas lágrimas que cayeron de mis ojos nació el árbol de Rudráksha para el beneficio de todos”.
Shiva en el Shiva Mahapurana
Durante miles de años, los hindúes y los budistas han utilizado la sagrada planta de rudráksha para meditar, curar, controlar el estrés y facilitar cambios positivos en el cuerpo, la mente y el espíritu. En la India los yoguis llevan cuentas de rudráksha para favorecer el control de los sentidos y facilitar estados profundos de calma y concentración mental. Rudraksha significa Rudra (un nombre del dios Shiva) y aksha (ojos) “los ojos de Shiva” aunque también se le conocen como “las lágrimas de Shiva”.
El rudráksha viene de un árbol de gran tamaño con hojas grandes y perennes y cuyo nombre científico es Elaeocarpus ganitrus roxb. También se llama rudráksha a la semilla de ese árbol. Su hábitat comienza al nivel del mar y se eleva hasta los dos mil metros. Puede alcanzar de quince a sesenta metros de altura. Los rudrákshas solo crecen en unos pocos lugares del mundo, como son el Himalaya nepalí, Sri Lanka, la India, Hawái e Indonesia. Las rudrakshas más apreciadas son las de Nepal y Java (Indonesia). Por lo general, cuando el árbol tiene al menos cinco años de edad producen un fruto de un azul intenso dentro del cual se encuentra la semilla de rudráksha. Esas semillas tienen unas hendiduras a lo largo de todo su perímetro que determinan su número de caras o facetas, llamadas mukhis en sánscrito.
Historia
Se cuenta en los Puranas (textos sagrados) que Shiva después de pasar muchísimo tiempo meditando, despertó de su estado de contemplación y comenzó a bailar la danza cósmica de la disolución y la nueva creación Tándava, viendo los sufrimientos y penurias de los seres humanos comenzó a llorar. Sus lágrimas, al entrar en contacto con la tierra, se transformaron en las semillas de rudráksha. La semilla es de un color azul oscuro o morado, parecido al color de la piel de Shiva, se dice que cuando se mira un rudráksha en realidad se está mirando al mismísimo Shiva.
Cuentas de Rudráksha
Las semillas se distinguen entre sí en base al número de caras o facetas (mukhis) que muestran, que pueden variar desde una sola a veintiuna. De acuerdo con el número de mukhis, varia el significado espiritual de las semillas, por ejemplo una semilla con cinco mukhis representa a Shiva y una con diez es Vishnu. También dependiendo de las mukhis y a la divinidad que simbolizan tienen unas determinadas propiedades a nivel físico y energético. Las cuentas tienen propiedades electromagnéticas, paramagnéticas, diamagnéticas y de polaridad dinámica al estar en contacto con la piel. Su composición es única, basada en 4 elementos: carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxigeno lo que las hace sorprendentemente muy ligeras.
Beneficios de llevar cuentas de rudráksha
Un aspecto importante del rudráksha es que todas las sampradayas (escuelas del hinduismo) la adoran y llevan, incluso los vaishnavas (devotos de Vishnu que suelen llevar cuentas de la planta sagrada de Tulasi). Al margen de su orientación espiritual s religión, su raza o género, cualquier persona puede llevar cuentas de rudráksha. Llevar cuentas de rudráksha no produce efectos adversos, se cree que favorecen la paz interior y ayudan a eliminar las consecuencias del karma negativo debido a las acciones pasadas. Llevar rudráksha ayuda a avanzar en el camino espiritual gracias a las bendiciones de Shiva, que nos la pureza de pensamiento, palabra y acción.
Llevar rudrákshas acompañados de perlas, cristales, plata, oro y piedras preciosas ayuda a destruir los infortunios astrológicos y planetarios, a vencer el miedo a una muerte prematura. También el Ayurveda (la medicina tradicional hindú) habla de las glorias y beneficios del uso del rudráksha, además de sus propiedades preventivas y de cura de muchas enfermedades. Un equipo de científicos dirigido por el Dr. Subash Rai, del Instituto Tecnológico de la Universidad Hindú de Benarés, en la India, ha documentado recientemente el valor y las virtudes de estas semillas por medio de la investigación científica moderna. El estudio ha demostrado que llevar rudrakshas mejora y equilibra la actividad de los neurotransmisores y los niveles de dopamina y serotonina (sustancias muy importantes que se encuentran en el cerebro).
Mála de rudráksha
La mála o rosario hindú y (también el budista) debe tener 108 cuentas. El número 108 es una cifra mística que está muy presente en las tradiciones religiosas que conforman el Sanatana Dharma (nombre original de lo que hoy en día se conoce como hinduismo). Las escrituras recomiendan repetir un mínimo de 108 veces un mantra para poder obtener sus beneficios espirituales, existen 108 lugares sagrados para los Srivaishnavas (devotos de Vishnu) y 108 Upanishads o principales tratados filosóficos, 108 son los principales nombres de Shiva que se recitan en los templos. Estas y otras muchas razones son las que hacen que el número 108 sea el número “mágico” por excelencia en el hinduismo. Además de las 108 cuentas debe de haber una cuenta adicional (por lo general de tamaño más grande) que se llama bindú (gota o punto central) o Sumerú (nombre de un monte sagrado) que representa a la Divinidad.
Forma de utilizarlo
siéntate en postura de meditación en un lugar tranquilo y escoge tu mantra. Sostén el japa mala en la mano derecha y comienza a pasar las cuentas entre el dedo pulgar y corazón, empezando en la cima del cordón y repitiendo el mantra una vez por cada cuenta. No debes pasar por encima de la cuenta más gruesa, así que cuando termines una ronda, si quieres continuar con otra, gira el mala y comienza de nuevo avanzando en dirección opuesta. Puedes repetir el mantra en voz alta, en un susurro o en silencio. Asegúrate de cerrar los ojos y respirar uniformemente para fomentar la concentración, sintonizar con la cualidad del mantra que repites y... ¡déjate llevar por la magia de los sonidos sagrados
Pues inicialmente la Japa Mala se puede usar tanto con la mano derecha como con la izquierda. Siempre se empieza por identificar la cuenta Gurú, o también llamada Meru, que es la cuenta más grande de todas, y vendría siendo la número 109. Se inicia con la bolita del lado derecho del Gurú la cual se agarra con el dedo pulgar y se va bajando con la ayuda del dedo corazón o medio en dirección a nuestro cuerpo. De este modo la cuenta Meru va descendiendo, para pasar de ser la última del collar, a la primera, una vez que se ha dado toda la vuelta a la Japa Mala.
Cada vez que se pasa una bolita de la guirnalda, se canta un mantra, o se recita una idea o intención con la cual te has sintonizado previamente. Puedes también en lugar de mantras realizar una respiración consciente y profunda al pasar cada una de las cuentas. Esto lo repetirás con cada una de las 108 cuentas que comprenden el Rosario, hasta llegar finalmente y de nuevo a la cuenta grande Gurú.
Si quieres seguir meditando una vez que has completado una vuelta a la Japa Mala, giras el collar 180 grados y empiezas de nuevo en dirección contraria. No debes superar, cruzar o pasar por encima del Gurú, ya que se considera que esta es el Maestro o divinidad. Se vuelve atrás y se sigue declamando el mantra en este sencillo rezo lineal. La Cuenta número 109, no se cuenta.
Con este canto repetitivo de palabras sagradas también se logra la concentración y el enfoque total en la meditación, lo que deriva en un letargo mental de desconexión con el exterior para conectarse y desarrollar el equilibrio, tranquilidad y serenidad interior. Al calmar la mente del ruido de la vida, se logra el tan anhelado acercamiento con la divinidad, para conseguir protección, serenidad y respuestas al diálogo interno.
Del mismo modo los sentidos se potencian, ya que el murmullo generado por la voz durante la repetición del mantra, que es interiorizado por nuestro oído y mente, eleva nuestra vibración interior. El tacto se potencializa al tocar suavemente cada una de las cuentas, lo que nos permite estar en presente durante toda la práctica, y el olor de los inciensos que se usan para meditar, aunado al aroma de las semillas del Mala, ponen a volar a nuestro cuerpo astral hacia mundos infinitos.
El mantra para cantar mientras usa Rudraksha
ॐ ह्रिं नमः
Om namah shivaya
Se trata del mantra más importante en relación con el dios Shiva, divinidad que simboliza el concepto destructor, pero también regenerador del mundo. Para poder renacer primero hay que destruir, acabar con aquello que no nos gusta y poder así evolucionar.
La traducción del mantra Om Namah Shivaya es salutaciones a Shiva. Además, es conocido también como el mantra de las cinco sílabas. Hay que tener en cuenta que Om es la semilla del mantra, es decir, un denominador común de todos los mantras, por lo que no se cuenta dentro de las cinco sílabas.
Las cinco sílabas de las que hablan significan los cinco elementos de los que está hecho el cuerpo humano. Serían tierra, fuego, aire, agua y éter.
Al ser recitado de manera constante consigue mezclarse con el aire que respiramos, llegando de esta manera a nuestras mentes y corazones, vibrando en cada una de las células de nuestro cuerpo.
Se cree que el mantra Om Namah Shivaya sirve para aliviarnos del miedo y de las influencias negativas. Ayuda a eliminar los problemas con los que nos cruzamos en la vida, haciéndonos entender la verdad. Con su práctica es posible que alcancemos niveles de conciencia más elevados, consiguiendo experimentar la felicidad divina. Si se recita este mantra de una manera profunda y con sincero sentimiento el alma experimenta un estado de verdadera pureza. Se trataría del camino para que el alma se funda con lo Supremo.
El Om Namah Shivaya es un mantra que recoge la esencia de todas las enseñanzas espirituales. Puede concentrar el poder divino en un solo lugar.
Ritualización
Las cuentas de rudráksha deben de ser ritualizadas por un purohit (sacerdote hindú) competente que haga la puja (ceremonia) y recite los mantras apropiados, ya que cada tipo de rudráksha tiene un bija mantra diferente. También se recomienda consultar la carta astral para ver que tipo de rudráksha (cuantas caras o mukhis) necesitamos para nuestras necesidades en los campos de la salud física, mental y espiritual.
Bibliografía
El Rudraksha, la semilla de la compasión: Dr. Nibodhi Haas
Padma Purana
Srimad Devi Bhagavatam VI Capitulo
Shiva Mahapurana
Rudraksha, properties and biomedical implications: Subash Rai