Las dimensiones son los diferentes estados de la existencia que experimentamos durante el camino hacia el Ser Único. Es decir, son los pasos evolutivos que el Ser decidió experimentar para regresar a la fuente divina. Todos los niveles dimensionales se encuentran en el aquí y el ahora, la diferencia es la longitud de su onda o frecuencia. Las dimensiones son frecuencias dentro de la cual vibramos, también podríamos decir que son niveles de conciencia, son algo parecido a las bandas de radio con sus frecuencias y estaciones.
Existen siete dimensiones perceptuales que se corresponden a la octava dimensional donde se encuentra la Tierra en estos momentos. Igualmente existen otras dimensiones que se corresponden a otras octavas vibratorias que se encuentran actualmente fuera de nuestra comprensión humana. Cada dimensión está regida por un conjunto de leyes y principios específicos para funcionar en sintonía con la frecuencia de esa dimensión. Cambiar de dimensión significa expandir nuestra conciencia. Es famosa la historia del personaje animado que vivía en un papel y cuyo mundo era totalmente bidimensional o plano, así su cerebro había aprendido que así era su realidad formada por puntos y líneas sobre un inmenso plano blanco. Era Inconcebible para el pensar en objetos con volumen o tridimensionales.
Así es para nosotros un imposible desde nuestras creencias, pensar las realidades que no sean la conocida, ya que nuestro cerebro está entrenado a percibir de una manera determinada. Entonces, cambiar de dimensión es expandir nuestra forma de percibir la realidad, de ver las cosas. Ahora nos encontramos pasando a una realidad más energética, que se parece más al mundo de los sueños y la imaginación.
La Primera dimensión - MICROCOSMOS MONÁDICO
Descrita como un campo cuántico que transforma la energía en materia, es la frecuencia básica de los átomos y las moléculas, por lo tanto, es la dimensión del microcosmos, es la frecuencia vibratoria de activación del ADN. Se puede decir que maneja un nivel de consciencia elemental referido al cumplimiento de funciones, o sea una consciencia puntual, sabe cómo dirigirse de un punto a otro.
Los minerales y el agua vibran en esta frecuencia, los minerales son el aspecto cristalino de la misma, el agua el aspecto liquido de la misma. Se encuentra en los fluidos y las corrientes eléctricas del cuerpo humano, activa el código genético e impulsa energéticamente el sistema celular.
Si tomáramos como metáfora al ser humano para describir las dimensiones, podríamos decir que la primera dimensión la experimentamos en la etapa profetal, donde somos un conjunto de potencialidades con un programa de división celular y mantenimiento de funciones. Todas las dimensiones funcionan a todas las escalas y las de esta octava son las mismas en todo el universo.
La Segunda dimensión MUNDO ELEMENTAL
Es la frecuencia donde existen la mayoría de los animales y las plantas, agrupa al mundo elemental. Es también física e impulsa la identidad biológica. Es la vibración que mantiene la unión entre las especies, lo que se ha llamado el inconsciente colectivo de las especies, es decir es la forma como se reconocen los animales de una misma especie para cumplir con sus funciones reproductoras. No posee diferenciación individual, ni auto reconocimiento.
En este nivel de conciencia no hay referencia temporal espacial. La conciencia es lineal o bidimensional.
A nivel geométrico se corresponde con las formas planas como el círculo, el cuadrado etc. Es la responsable de la variedad biológica y de todas las energías que se encargan de propiciarla como las fuerzas elementales de la naturaleza.
Podemos tomar como ejemplo las bandadas de pájaros que actúan coordinadamente como un todo, o los cardúmenes de sardinas, ambos han sido objeto de estudio y se ha comprobado que actúan como un cuerpo consiente donde cada uno de los miembros mantiene una distancia matemática entre ellos y que solamente rompen la formación cuando son atacados.
Dentro de este campo vibraciones de segunda dimensión se encuentran además las fuerzas energéticas que rigen los cinco elementos (tierra, agua, fuego, aire y éter), prácticamente éste es el mundo que rige el curso de la naturaleza y la evolución estableciendo las bases fundamentales de la tercera dimensión.
Siguiendo la metáfora del ser humano, la segunda dimensión se podría comparar con la etapa fetal, flotamos siendo uno con el entorno, en un estado no egóico, sin referencia temporal/espacial.
La Tercera dimensión MATRIX. EL MUNDO FÍSICO
Es donde existimos los seres humanos, también es física y el tipo de concientización del ser de esta vibración es volumétrica o tridimensional, a nivel geométrico se perciben formas como el cubo y la esfera y los sólidos platónicos. Hay una percepción lineal del tiempo y el espacio, con la capacidad de recordar el pasado y proyectar el futuro estando en el presente. Se basa en la polaridad y la ilusión de separación, en el desarrollo de la identidad individual y la pérdida del sentido grupal. Esta es la frecuencia donde nos hacemos conscientes de nosotros mismos, desarrollamos el ego y creemos que estamos separados del todo.
Es en esta dimensión donde nos percibimos más separados del todo que en ninguna otra, por lo tanto, es aquí donde al Ser Único se le presentan más retos de integración y crecimiento. En el ser humano comienza a partir del segundo año de vida, cuando el niño empieza a diferenciarse del entorno como individuo, a expresar sus deseos, a formar su ego.
Es una etapa de aprendizaje muy importante, donde comienza la fragmentación. En tercera dimensión experimentamos un proceso de división del Ser que produce lo que llamamos personalidad. Es parte del trabajo de evolución el recoger y juntar todas las partes.
Cuando una conciencia ha desarrollado una percepción acerca de sí misma, entonces ocurre una individualización del ser, creando una personalidad o “ego”.
En ese momento el individuo pasa al tercer estado de conciencia que corresponde a la frecuencia vibratoria del mundo material.
La tercera dimensión es el mundo en el que habitamos los seres humanos, es la más fundamental debido a que casi todo el aprendizaje sobre la existencia lo adquirimos aquí a través de nuestras experiencias personales.
De hecho, el mundo físico podría considerarse el primer nivel existencial (en varias corrientes esotéricas se le denomina la primera dimensión), pues además de ser el más denso energéticamente por cantidad de vibración condensada en materia, es la morada del ser auto-consciente, aquél que posee una identidad y una percepción acerca del mundo que lo rodea.
Realmente, el camino evolutivo/espiritual comienza aquí, en este plano; cada alma es puesta a prueba en un largo camino que llamamos “vida”. Durante este trayecto, la conciencia desempeña un papel determinado en un juego virtual.
La tercera dimensión es un universo holográfico, tal como lo describe la teoría de los físicos Gerard ‘t Hofft y Leonard Suskind.
Los científicos David Bohm y Karl Pibran también postularon la idea de que nuestro universo funciona como un holograma basado en descubrimientos de la mecánica cuántica.
Dentro de esta realidad virtual, nos enfrentamos a una serie de retos, obstáculos para ayudar a despertar la conciencia y recordar quiénes somos y de dónde venimos.
Si bien la vida parece ser a veces demasiado dura y cruel, ten en cuenta que el sufrimiento es de cierto modo necesario para que el ser humano desarrolle su fuerza interior y valore lo realmente importante en la vida.
La Cuarta dimensión PLANO ASTRAL
Es la frecuencia donde regresamos a la conciencia de integración grupal, sin pérdida de la individualidad. Esta frecuencia ha sido llamada zona arquetipal o inconsciente colectivo, es el lugar donde residen los sentimientos, las emociones y los sueños. En esta dimensión percibimos el tiempo en oleadas cíclicas o en forma de espiral. Existe en un campo cuántico donde se presentan simultáneamente todas las alternativas y posibilidades. Es la frecuencia de la sincronicidad, la empatía y la telepatía.
Es la última dimensión donde experimentamos con el cuerpo físico como vehículo de aprendizaje. En esta frecuencia percibimos la multidimensionalidad y nos damos cuenta de nuestra responsabilidad, al hacemos consciente que cada una de nuestras acciones afecta el todo. En estos momentos nos encontramos despertando a la conciencia de cuarta dimensión y la sentimos sobrepuesta sobre la tercera, por eso a nivel humano estamos pasando por la necesidad de compartir con grupos, revisar nuestras relaciones, buscar sanación y crecimiento con terapias. También es la causa del desmoronamiento de estructuras físicas, económicas y políticas por mucho tiempo establecidas, que ya no se corresponden con esta nueva vibración. Y cada vez vamos a ver más cambios a todos los niveles de aquello que no se corresponda con la nueva energía. El cambio dimensional es a todas las escalas, no solo lo estamos experimentando los seres humanos sino también la Madre Tierra y a una escala mayor toda la galaxia. El cambio dimensional no sucede de un día para otro sino por capas paulatinas de conciencia. Una vez que estemos alertas en la cuarta dimensión se abrirán suavemente las puertas a quinta y sexta. Aceptar la conciencia de cuarta dimensión es lo que se ha llamado el salto cuántico y es el paso más difícil del cambio dimensional ya que este implica un profundo cambio de creencias. La cuarta dimensión es el portal hacia la conciencia Crística.
Dicho plano se encuentra dividido en dos zonas principales:
- El “bajo astral”. Es donde habitan los seres de muy baja vibración: las entidades oscuras, los demonios, espíritus malignos, etc. También llamado inframundo o infierno por la cultura popular.
- El “alto astral”. Es donde habitan los seres de vibración elevada; como las almas despiertas, los elementales o espíritus de la naturaleza (duendes, hadas, gnomos, salamandras, ninfas, etc.), los guardianes guía (espíritus benevolentes que ayudan en la evolución espiritual), y en algunos casos hasta ángeles y extraterrestres.
Dentro de esta 4D también se halla el llamado “mundo onírico” o de los sueños.
La mayoría de las veces que sueñas (más de un 80%) estás en realidad visitando el plano astral. Cuando nuestro cuerpo se queda dormido, el alma realiza un desdoblamiento involuntario, saliéndose del cuerpo y viajando al plano astral (la cuarta dimensión), pues es una frecuencia vibratoria donde la conciencia navega libre de cadenas.
Aquí también se encuentra la memoria de la matrix – conocida como los “registros akáshicos – donde se guardan el pasado, presente y futuro del cosmos. Accediendo a esta memoria podemos navegar por la mente del holográfico y conocer los profundos misterios de las esferas metafísicas.
La Cuarta Dimensión es un pasaje a la quinta dimensión. Es la frecuencia en la que comenzamos a tener conciencia de que no sólo somos un cuerpo físico, y comenzamos a percibir más allá de los sentidos físicos. Los llamados “deja vú” y la sincronicidad, comienzan a hacerse repetitivos y generalizados. Nos damos cuenta de que a muchas personas les ocurre lo mismo. Empezamos a percibir muchos cambios, tanto dentro como fuera de nosotros. Existe una inclinación a “saber”, a tener conocimientos sobre lo espiritual, más que lo religioso, a buscar más información para saber diferenciarlos.
Se siente un llamado, de nuestro Ser Interior, a la necesidad de estar con nosotros mismos. El auto-análisis y el auto-descubrimiento están presentes en este pasaje de la cuarta dimensión.
La conciencia Crística es aquella conciencia colectiva que se reconoce a sí misma como Unidad.
La quinta dimensión LA ETERNIDAD
Es la frecuencia de la sabiduría y es totalmente pura energía. Es donde se encuentran los Maestros Ascendidos y los espíritus guías. En quinta experimentamos el fundirnos con el grupo de almas al cual pertenecemos vibracionalmente y al Ser superior o Multidimensional.
Es la dimensión donde recordamos quienes somos y despertando nuestra sabiduría interna. Es en esta dimensión donde se experimenta la conciencia grupal que forma un solo Ser de mayores dimensiones. Es una frecuencia energética, no física. El tiempo es un continuo, solo existe el ahora eterno. Muchos de los seres que están en esa dimensión al contactarse con su sabiduría, escogen ser los guías espirituales de los que estamos en la dimensión física, como parte de su servicio en el proceso de evolución.
Muchos de los seres canalizados hoy en día que se presentan como una conciencia de grupo están en quinta dimensión, así mismo cuando hacemos contacto con nuestro Yo Superior estamos viviendo una experiencia de quinta. Como es una dimensión de luz percibimos holográficamente y en formas lumínicas de una gran intensidad, muchas veces geométricas.
La diferencia entre quinta y sexta, así como entre sexta y séptima no es tan evidente como la de cuarta y tercera, a partir de quinta las dimensiones se encuentran solapadas o fundidas y sus fronteras son difusas, esto es debido a que estamos hablando de energía y no de materia.
La diferencia entre Quinta y Sexta Dimensión, así como entre Sexta y Séptima, no es tan evidente como la de Tercera y Cuarta. A partir de la Quinta, las dimensiones se encuentran solapadas, o fundidas, y sus fronteras son difusas. Esto es debido a que estamos hablando de energía, no de materia
La sexta dimensión LA MATRIZ SAGRADA (Crística o Búdica)
La Sexta Dimensión es la que se llama Crística o Búdica, porque es aquí donde se llega al estado de remembranza total. Donde se toma responsabilidad por el Todo y se es el Todo.
La sexta dimensión es la frecuencia que se ha llamado Crística o Búdica, porque es allí donde se llega el estado de remembranza total, donde se toma responsabilidad por el todo y se es el todo. Es un estado de conciencia compasiva, la famosa iluminación. Es el regreso a casa, al Ser Único. El proceso de evolución del Ser y el Todo se experimentan como Uno, es el lugar de la conciencia ilimitada y unificada. Esta frecuencia se manifiesta como individual y colectiva simultáneamente.
Es conocida, por los místicos, como la verdadera realidad, los budistas le llaman “nirvana” y los cristianos “el cielo”.
Es un estado de conciencia compasiva, el estado de Iluminación.
Es el regreso a Casa, al Ser Único.
En 6D, el proceso de evolución del Ser y el Todo, se experimentan como Uno. Es el lugar de la conciencia ilimitada y unificada. Esta conciencia se manifiesta como individual y colectiva, simultáneamente.
Es la creadora de las matrices morfogénicas que se manifiestan en otras dimensiones como tercera, segunda y primera. Estas matrices son las formas geométricas y las redes que llamamos geometría sagrada, son los patrones geométricos de luz creadores de vida y responsables de su materialización.
La séptima dimensión MORADA DE DIOS (Atmico)
La Séptima Dimensión es la frecuencia de la integración total. Ya no quedan partes dispersas. La conciencia se experimenta multidimensionalmente, es decir, se tiene conocimiento de las partes que alguna vez estuvieron desmembradas en el pasado, con una nueva perspectiva de integración.
Aquí se encuentran los Seres que están en la energía del Amor, y son puro amor.
Es una dimensión energética donde el cuerpo espiritual se sobrepone al cuerpo físico. Es la dimensión de conciencias de luz pura, en donde, la muerte, como la hemos experimentado a través de todas las desencarnaciones que hemos tenido, deja de existir, pues la función que cumplía, ya no será más.
La fuente divina de toda la existencia cósmica. Aunque algunos aseguran que tal vez existan 8, 9, 10, 11 y hasta 13 dimensiones, se sabe que en hay un punto de frecuencia vibraciones donde la conciencia deja de percibir los diferentes mundos como separados, para integrarse con el “Uno” o lo que llaman los hinduistas el “Brahma” o “Atman”, el alma, la mente y el cuerpo del cosmos.
En el último estado de conciencia mora el Espíritu Supremo que creó el absoluto. Aquellas almas puras que han podido contemplar algunos destellos de esta inexplicable dimensión, afirman que se trata de la Morada de Dios.